El desahogo no fue solo deportivo, sino también personal. Lambiris arrastraba una racha adversa de cinco años sin victorias, y explicó que las fallas mecánicas fueron un factor determinante en ese período: “El desahogo fue grande. No solo por los cinco años sin victorias, sino que por el tema de los motores. Éramos los que teníamos más problemas pese a ser los que más nos esforzábamos. Km y km hablando con proveedores”, confesó.
Sin embargo, no todo fue satisfacción. El uruguayo se mostró molesto con una maniobra en la última vuelta que lo perjudicó: “Me molestó mucho la última vuelta. Agrelo frenó de golpe, me lo encontré en la curva casi parado, nos llegamos a tocar, perdí la carga delantera. La verdad que me calenté, ahí fue que Trucco aprovechó”.
En cuanto al análisis reglamentario, Lambiris fue claro al cuestionar ciertos criterios de sanción: “No estoy de acuerdo que se sancione por la consecuencia. Si fuera tan así, se debería hasta juzgar las piezas, cómo son en cada equipo, dónde están colocadas y otros factores”.
Finalmente, el piloto valoró el presente del automovilismo uruguayo y el trabajo de las categorías formativas: “Es increíble el momento del automovilismo uruguayo. Hay chicos yendo realmente rápido. Hay que destacar a las categorías inferiores formadoras como el Karting que en Uruguay es una gran base”.